Publicado: junio 13, 2024
La salida de Randall Salazar de canal 7 no fue solo el fin de una era, sino el punto culminante de semanas llenas de tensiones y estrés para el reconocido periodista. Antes de su despido, Salazar levantó la voz en redes sociales, denunciando una serie de injusticias y ataques que sufría por parte de delincuentes digitales.
Desde principios de abril, Salazar alertó a su audiencia sobre el uso indebido de su nombre e imagen para promover negocios fraudulentos en plataformas digitales.
”Los delincuentes buscan obtener información sensible para estafar, por favor, sean precavidos”, advirtió Salazar en uno de sus mensajes más sonados antes de ser despedido.
Pero la situación no paró ahí. En un emocional video compartido en redes, el periodista reveló una campaña coordinada para manchar su reputación.
”Han iniciado una campaña de desprestigio en mi contra”, lamentó Salazar, mostrando fotos manipuladas que insinuaban problemas de salud y participación en eventos cuestionables.
“Aseguran que las autoridades allanaron mi casa con resultados impactantes”, agregó Salazar, visiblemente afectado por las difamaciones que circulaban en línea.
Estos eventos marcaron el triste desenlace de la carrera de Randall Salazar en canal 7, donde había trabajado con dedicación durante casi dos décadas. Su salida, anunciada esta semana, se enmarca en los cambios planeados para el programa Buen Día, cambios que no incluyeron al experimentado periodista ni a su colega Omar Cascante.
La historia de Randall Salazar sirve como recordatorio de los desafíos que enfrentan los profesionales públicos en la era digital y la importancia de la precaución en la información personal en línea.
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Redacción